Los delfines, igual que muchos peces, no duermen nunca como podemos hacerlo nosotros (los humanos) y otras especies. Sin embargo, sí que descansan. La razón es bien sencilla. Al ser un bocado tan estupendo para cualquier depredador, sobre todo para los tiburones, no se puede despistar en ningún momento. Así que, para protegerse, los delfines han desarrollado una especie que medio sueño, es decir, duermen sólo con una mitad del cerebro, mientras la otra mitad permanece despierta en alerta, lo que les permite nadar, ver y oír cualquier cosa.
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