Nuestra piel tiene un papel fundamental, nos protege del exterior y de los rayos dañinos del sol, evita que las bacterias entren en nuestro cuerpo, nos ayuda a controlar la temperatura y nos proporciona el sentido del tacto. Cada centímetro cuadrado de piel alberga cientos de terminaciones nerviosas, la décima parte de nuestra sangre circula por ella y en la piel se encuentran los folículos del pelo y las glándulas del sudor.
Con todas estas funciones no es extraño que la piel del cuerpo pese alrededor de 3 kilos y que, extendida, ocupe una superficie media de 1'85 metros cuadrados, en el caso del hombre, y 1'57 metros cuadrados, en el de la mujer. Nuestra piel se renueva cada 4 meses y, a lo largo de la vida, producimos unos 20 kilos de células cutáneas. No te lo creerás pero se ha calculado que el 70% el polvo que se acumula en una casa es piel humana que cae en forma de escamas.
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