Los rayos X tienen mucha más energía que la luz visible, por eso, son capaces de atravesar puertas de madera, piel y músculos. Y el plomo es el único material que los rayos X no pueden traspasar.
Mientras que los rayos de luz, cuando llegan a cualquier superficie rebotan, los rayos X pasan a través de nuestra piel y nuestros músculos como si fueran agua transparente y sólo rebotan cuando encuentran los huesos, por que son más densos. Por eso, se les puede fotografiar.
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